La Galería de las Maquinas de 1889

La Galería de las Maquinas de 1889

La “Galería de las Máquinas” de 1889 representa un hito significativo en la historia de la arquitectura del hierro y de las Exposiciones Universales del siglo XIX. Este edificio, construido por el arquitecto Ferdinand Dutert y el ingeniero Victor Contamin para la Exposición Universal de París, simboliza el triunfo de la industrialización y el avance tecnológico de la época. A través de su imponente estructura de arcos triarticulados de hierro, con una luz de 110,6 metros, la Galería no solo rompió récords en términos de amplitud, sino que también estableció nuevos estándares para la ingeniería estructural.

Una de las reflexiones más destacadas es la evolución y el impacto de las innovaciones tecnológicas en la arquitectura. La Galería de las Máquinas, al igual que otros edificios emblemáticos de las Exposiciones Universales, como el Crystal Palace de Londres de 1851, muestra cómo los avances en la producción de hierro y acero transformaron las posibilidades constructivas, permitiendo la creación de espacios más amplios y diáfanos. Este edificio no solo es un testimonio de la capacidad técnica de su tiempo, sino también un precursor de futuras innovaciones arquitectónicas.

La controversia sobre los materiales utilizados en su construcción, principalmente la confusión entre el uso de hierro forjado y acero resalta las limitaciones y el estado de transición de las tecnologías de materiales en la época. A pesar de que el acero comenzó a utilizarse más ampliamente a finales del siglo XIX, la Galería de las Máquinas se construyó principalmente con hierro forjado debido a la falta de conocimiento y experiencia con el acero en grandes estructuras. Esto subraya la importancia del conocimiento técnico y la experimentación en la evolución de las prácticas constructivas.

Además, la Galería de las Máquinas ejemplifica la importancia de la estabilidad y la resolución de problemas estructurales como los empujes y los movimientos térmicos. La utilización de arcos triarticulados permitió no solo una mayor resistencia a las cargas, sino también una mayor adaptabilidad a los movimientos térmicos, lo que era crucial para una estructura de tal magnitud. Este enfoque innovador en la resolución de problemas estructurales no solo garantizó la estabilidad del edificio, sino que también influyó en el diseño de futuras construcciones metálicas.

En términos históricos y culturales, la Galería de las Máquinas marcó el pico de la arquitectura del hierro en Europa y se convirtió en una referencia para el desarrollo de grandes estructuras metálicas. Su influencia perduró, y su diseño y construcción sirvieron como modelo para posteriores edificaciones que buscaban alcanzar niveles similares de innovación y funcionalidad.

En conclusión, la “Galería de las Máquinas” de 1889 es un símbolo de la era industrial y un testimonio del ingenio humano en la arquitectura y la ingeniería. Su legado perdura no solo en los logros técnicos que representa, sino también en la inspiración que proporciona a futuras generaciones de arquitectos e ingenieros, que continúan explorando y expandiendo los límites de lo posible en la construcción de espacios.

Referencias

Estévez Cimadevila, Javier & López César, Isaac. La Galería de las Maquinas de 1889. Reflexiones histórico-estructurales. Universidad de Coruña, 2015.